Una empresa en crecimiento tiene que detectar qué mejoras debe llevar a cabo en qué partes de la organización, apoyarse en la tecnología y optimizar sus procesos.
Actualmente el mercado está formando consumidores inteligentes, denominados así porque hacen uso de diversos dispositivos y plataformas para obtener artículos y/o servicios en cualquier momento y lugar. Esta clara tendencia hace que las empresas además de preocuparse por generar buenos productos, apuesten cada día más por la calidad de su servicio, el famoso “Customer Service”, que en el día a día implica retos por diversos factores.
Sin importar el tamaño de la empresa, proveer un buen servicio tiene diferentes efectos. Uno de ellos es su reflejo en la logística.
Una empresa que ha crecido de manera desordenada, sin control de sus procesos, genera una planeación complicada y afecta los resultados ante el cliente final. Por ejemplo, todo negocio debe saber cuántos recursos se tienen disponibles al comenzar el proceso de compra con los proveedores, poder disponer de ellos de manera rápida y realizar el proceso de pagos y facturación. Cada paso es fundamental para la administración de la empresa. Sin embargo, muchas veces las compañías realizan estas actividades con sistemas poco eficientes.
Lo ideal es un solo sistema que se adapte de manera fácil a todos los procesos: facturar, inventariar, hacer requisiciones de compras, almacenamiento, etcétera. Esto es posible a través del uso de soluciones tecnológicas que los automaticen.
Los sistemas de planeación de recursos son de mucha utilidad, sin duda, pero, ¿qué pasa cuando además de esas funciones se tienen que realizar rutas de embarque, domiciliar empaques o tener indicadores de llegadas?
Los lectores pensarán que esto implica contar con un sistema más robusto y complejo o difícil de operar, no obstante, hay plataformas tecnológicas que pueden alinear distintos módulos con opción a escalarse. Sin parar operaciones, estas soluciones reducen tiempos de operación y costos de administración.
Contar con estas herramientas ayuda a encauzar los procesos de crecimiento de la empresa de manera natural, y al mismo tiempo va enseñando a los empleados a reaccionar ante los indicadores, para poder realizar las acciones necesarias en tiempo real, minimizando riesgos.
En conclusión, son cuatro factores logísticos que no solamente afectan a la empresa sino a sus clientes:
Julio Montemayor es egresado de la Universidad Autónoma de Tamaulipas y cuenta con una Maestría en Gestión de Tecnologías de la Información por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. Tiene 10 años de experiencia en la implantación de tecnologías de la información en empresas de la industria de la construcción y otras
verticales.
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